El artista holandés Vincent van Gogh (1853-1890) se convirtió en leyenda ya después de su muerte a los 37 años. Su corta vida, marcada por la falta de éxito y los contratiempos, su temprano suicidio y su importante obra contribuyen significativamente a ello.
Su vida
Van Gogh es considerado el fundador de pintura moderna, que inspiró e influyó en la obra de muchos artistas famosos. Entre ellos figuran Henri Matisse, Paula Modersohn-Becker, Pablo Picasso y Egon Schiele. El arte desempeñó un papel en la vida de Van Gogh desde una edad temprana. Como alumno de un prestigioso internado, recibió clases de dibujo y pintura de un conocido artista de vanguardia. Tras graduarse, se incorpora al negocio familiar como marchante de arte en Londres y adquiere valiosos conocimientos. Finalmente se traslada a París y, en 27 años y, tras probar suerte en otros trabajos, como profesor ayudante o predicador, decide emprender la carrera de pintor.
Durante su vida, Vincent van Gogh no tuvo éxito con su arte y sólo pudo vender un máximo de diez cuadros. Sólo su hermano Theo estaba convencido de su talento y financiaba su vida y su carrera artística pagando los caros utensilios de pintura. El fracaso pesó mucho sobre Van Gogh, de modo que sufrió de pesadillas, delirios y crisis. El famoso cuadro Noche estrellada fue creado durante una estancia en un hospital psiquiátrico. Tras su muerte, su fama y las ventas de sus cuadros aumentaron rápidamente. En la actualidad, sus cuadros alcanzan precios récord en subastas como «El retrato del Dr. Gachet»(82,5 millones).
Su obra
Varias estaciones en Holanda, Amberes, París y el sur de Francia determinan su trabajo en términos de motivos, paleta de colores y estilo. Mientras que en Holanda seguía utilizando colores terrosos como el marrón, el gris y el negro, sus cuadros en París eran cada vez más claros. Allí también se acercó al estilo impresionista de pintura, creando pinceladas en forma de coma y trazos discontinuos. En el sur de Francia encontró por fin su estilo, hoy tan mundialmente conocido, que puede adscribirse al postimpresionismo. Aquí la influencia del Las xilografías japonesas desempeñan un papel importante.Van Gogh se apropió de las técnicas de diseño del Japonismo, como la ausencia de cuerpo y sombras proyectadas, las áreas planas de color delineadas con finas líneas y las perspectivas inusuales, y las trasladó a sus óleos.
El artista pintaba sus cuadros a un ritmo rápido y sin correcciones posteriores. Esto se refleja en su inmensa carga de trabajo:900 pinturas y 1000 dibujos Van Gogh creó en su corta vida. Rasgos inconfundibles de su estilo pictórico, aparte de la pincelada, son el uso de colores vivos, que le gustaba emplear en contraste, y la aplicación de la pintura al empaste. No pretendía simplemente reproducir la realidad, sino la Característica de sus motivos y expresar una Transmitir un estado de ánimo o un sentimiento. Un asunto del corazón era para el pintor, la vida de la gente corriente para representar. Así, además de paisajes y representaciones florales, su obra también incluye motivos que muestran a campesinos y artesanos trabajando o en situaciones cotidianas. Un ejemplo bien conocido es su cuadro «Los comedores de patatas».
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